Obispo del Reino de Navarra (Roncesvalles, 1085 - Pamplona, 1123). En los últimos años de su mandato episcopal se caracterizó por la férrea defensa del derecho navarro a imponer su propio criterio respecto al impuesto de tránsito o portazgo.
La decisión de Su Ilustrisma Monseñor de Roncesvalles; mantener la independencia navarra frente a presiones extranjeras le granjearon no pocas enemistades e intentos de asesinato. Afirmando hasta el final de sus días que Navarra no cedería a chantaje alguno, fue asesinado el 25 de marzo de 1123.
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