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Su Ilustrísima de Avilés y Monseñor Iago acompañados del Inquisidor Maillet

Antecedentes

El óbito de Su Eminencia Reverendísima el cardenal Wintherus de Namur acaecido la mañana del 22 de septiembre de 1146 dejó vacante una de las sillas del Colegio Cardenalicio.

La Crisis

Por el sistema de ascenso al cardenalato, debería haber sido nombrado cardenal el día 22 de septiembre de 1146 el primer obispo de aquella abadía que no dispusiera también de un cardenal.

Por tanto, el cardenal legítimo hubiera sido Guiral de Avilés, obispo del Reino de Castilla. Sin embargo, para pasmo de toda la Orbe Cristiana, el agraciado con la designanción no fue Monseñor Guiral sino el obispo de Deheubarth, Su Ilustrísima Iago de Emlyn.

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Regiones implicadas en la crisis


La abadia Frikiworld a la que pertenecía Monseñor de Emlyn contaba, en el momento de la designación, con tan solo 12 millones de puntos.

La abadia Elbereth, sede episcopal del reino de Castilla contaba por contra con 39 millones de puntos.

Tan abrumadura diferencia hizo del todo inexplicable las razones por las que Iago ascendió al Colegio Cardenalicio.


Reacciones

La incertidumbre y la sorpresa por una designación que todos los obispos consideraban obvia dió paso a las primeras manifestaciones de protesta, indignación y malestar generalizado. Un obispo sin el suficiente mérito (puntuación) había ascendido a un rango que en rigor no le correspondía.

Toda la Cristiandad, por tanto, se hacía la misma pregunta; ¿Cómo era posible que Iago de Emlyn hubiera ascendido al rango de cardenal?.

Las muestras de repulsa no se hicieron esperar multiplicandose por doquier los apoyos a Guiral de Avilés y las solicitudes que rogaban a Su Santidad San Adulfo III que corregiese el mal originario:

·Devolver a Iago de Emlyn el rango de Obispo de Deheubarth.

·Entregar el capelo cardenalicio a Guiral de Avilés

Complicaciones del conflicto

Considerando que el rango cardenalicio no le correspondía, el cardenal Iago presentó su dimisión ante el papa Adulfo. No obstante, no suposo el final del conflicto sino una complicación añadida.

Al ser nombrado cardenal el obispo de Deheubarth, arrancaron las elecciones en dicha diócesis siendo elegido Beldric, a la sazón perteneciente a la misma abadia que el obispo saliente lo cual originó que la dimisión de Iago fuera insuficiente para resolver por si mismo la crisis al ser ascendido al cardenalato el ahora nuevo obispo de Deheubart, Su Ilustrísima Beldric.

Finalmente, aunque desde luego no con la celeridad que hubiera sido deseable, Su Santidad Adulfo III entregó el capelo cardenalicio a Guiral de Aviles y colocó, como obispo de Deheubarth a Berdic de Abergavenny.

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